lunes, 21 de mayo de 2012

Recorte meridiano sobre: El Refugio del Hurón


 A continuación una reseña sobre: "El Refugio del Hurón" de Juan Gerardo Aguilar, publicado en el Semanario La Trinchera.



La búsqueda desesperada por no dejar al pretérito conjugar nuestro presente es el hilo conductor de varios ciudadanos, lo anterior tiene sentido por el libro de cuentos El Refugio del Hurón del escritor Juan Gerardo Aguilar (Zacatecas, 1976) en coedición con la Editorial Jus y el Instituto Zacatecano de Cultura 2010. El ejemplar está compuesto por nueve cuentos en los cuales el autor nos conduce por la cotidianeidad de los personajes que se ven envueltos en conflictos de índole sentimental, laboral, familiar. Un vínculo que el autor construye con el lector en que cada relato donde expone las distintas facetas de la condición humana.

El autor en Ruinas (cuento con el que inaugura el libro) juega con la analogía de unas ruinas arqueológicas asimilándolo con el deterioro de un matrimonio que se fragmenta con el paso de los años. El autor construye y delinea a los personajes desde la emotividad de su voz, hace que en ellos se note una carga melancólica, un desasosiego, una esperanza por intentar seguir con vida. Esto se logra gracias a la estructura narrativa que Juan Gerardo construye en cada cuento, el autor nos deja la sensación de un final repentino pero en la mayoría de los casos, dota a los finales de esa incertidumbre ácida con un humor negro que se vuelve característico en el autor desde el primer cuento.

Juan Gerardo Aguilar, convierte los cuentos en ejercicios narrativos que plantean una cotidianeidad común, sin embargo, en el desarrollo de la lectura el lector descubre que la carga afectiva de los personajes hace que lo cotidiano se convierta cada vez en algo ajeno a lo que diariamente el lector puede imaginar, intuir y vivir, lo que hace al conjunto de cuentos un coctel narrativo capaz de ser digerido de golpe.

Juan Gerardo, define a los personajes con cierto tono devastador y cito: “La felicidad es un trozo de pan difícil de tragar. Tan pronto como está a nuestro alcance, como pordioseros hambreados, lo devoramos de un bocado. Pero no bien intentamos pasarlo, se nos atora en la garganta”. Es así como inicia el cuento que le da nombre al libro El Refugio del Hurón, un relato donde el autor expone las diferencias que tiene una pareja cuando decide llevar una vida en común, asunto que se ve influenciado por la estancia en común con el hurón (mascota de los personajes)  que termina siendo la causa del brutal desenlace.

El autor, logra la empatía y la complicidad con el lector, que puede verse reflejado en alguno de los personajes y cito: “Qué importa si es un hombre o si es un fantasma; qué más da, si lo que quería era llegar a cualquier sitio y disfrutar de la sensación reconfortante que da el regreso a casa”.

La serie de cuentos que Juan Gerardo Aguilar nos muestra en el Refugio del Hurón, mantienen una relación estrecha por la conmoción de la trama y el personaje -pero con tonalidades y matices distintos- que van desde lo sarcástico hasta lo inverosímil, debido a que el autor se juega finales como si estuviera en una partida de Póquer.

En los cuentos se distingue ese miedo natural de las personas a los cambios repentinos, a la imposibilidad de conseguir tranquilidad en medio del caos que genera una rutina. Juan Gerardo Aguilar entrega un libro con una voz joven pero no por eso carente de forma y estructura narrativa, que delata una fijación del autor por comprender a través de las historias -las patologías propias de la condición humana- a través de anécdotas fallidas que al igual que el lector  ocultan en el refugio de alguna mascota.